Entonces, ¿se puede resumir una moto, aunque sea excepcional, en unos números contundentes? Eso sería demasiado fácil, por supuesto. A pesar de una potencia anunciada de 200 CV, la ZZR 1400 está limitada a… ¡299 kmh! No es suficiente para competir con la Haya, lo que es una verdadera lástima.
Su afilada línea, que se puede disfrutar en parado, muestra un centrado de las masas en el frontal, mientras que el carenado con seis luces y una boca abierta anuncia el color. No se le ha negado nada a esta máquina, que ha sido anunciada como la mejor moto deportiva del mundo por sus diseñadores. Los dos cilindros maestros son radiales, al igual que las pinzas delanteras y, para el mercado francés, el ABS forma parte del equipamiento de serie.
El cuadro de mandos está repleto de información, dos viajes y un tercero que se activa cuando el motor está en reserva, el consumo medio e instantáneo, todo ello legible de un vistazo.
El motor es una evolución del bloque ya visto en la ZX-12R, pero más que su potencia pura, lo que sorprende es el valor del par motor, con casi 16 mkg. El voluminoso airbox está situado bajo el falso depósito, el depósito de combustible se encuentra bajo el asiento y todo ello está alojado en una carcasa de chasis de aluminio. Kawasaki ha puesto sabiamente la potencia bajo control electrónico por debajo de las 6.000 rpm, para no arriesgarse a perder el control en carreteras mojadas o a la salida de las curvas, señala el concesionario de motos de ocasión Granada Crestanevada.
Es una pena, porque esta restricción penaliza la aceleración y hace que la moto sea menos agradable de conducir. Silenciosa en la primera zona de uso, la 1400 se siente después como una catapulta de doble banda.
Cómodamente sentado en la silla de montar, el piloto de la primera fila puede aprovechar al máximo un viaje desconcertantemente fácil. Con una protección eficaz, una posición de conducción larga que no ejerce demasiada presión sobre las muñecas y una suspensión confortable, la ZZR 1400 es ágil, precisa, predecible y cómoda en cualquier circunstancia. Incluso en la ciudad. Al final, Kawasaki consiguió transformar unas cifras disparatadas en una emocionante realidad. Una gran lección de control.