La economía de colaboración, que se basa en el intercambio de bienes y servicios, ha permitido a las empresas tomar recursos latentes y organizarlos en negocios en auge. Las empresas de nueva creación ya no tienen que desarrollar sus propios sistemas y programas informáticos patentados, sino que pueden integrarse con otras empresas y ahorrar tiempo y dinero en el proceso. Empresas como Uber, AirBnB y TaskRabbit demuestran cómo el mercado de la colaboración puede ser un lugar de éxito exponencial para las empresas B2C.
La economía de Uber
Uber, una aplicación móvil para compartir coche/taxi/viajes, ha creado un negocio de 50 mil millones de dólares, ¡sin tener un solo vehículo! Basándose en su modelo de negocio, y en el uso de recursos latentes, han sido capaces de obtener beneficios sin asegurar un inventario de vehículos para usar en los esfuerzos de compartir viajes.
Peapod, un sistema de entrega de comestibles a domicilio ofrecido por Stop & Shop, fue el pionero de la entrega de comestibles, e invirtió millones en vehículos de entrega, logística, centros de embalaje, etc. Este no fue el mejor uso de la economía colaborativa, aunque este tipo de economía no era una opción tan viable en el momento de su creación. Instacart, esencialmente el Uber de la entrega de comestibles, tomó nota del modelo de negocio de Peapod y lo adaptó para prosperar en una economía de colaboración. Ahora, están en la vía rápida hacia el crecimiento y la rentabilidad, también sin poseer un solo vehículo de entrega.
El Uber de los negocios electrónicos
Este tipo de situaciones se presentaron también en el mundo B2B, especialmente en el área de software online. En lugar de construir toda la tecnología necesaria para soportar una serie de funcionalidades, las grandes soluciones integran las mejores herramientas de terceros. Mientras que hay muchas compañías que usan este modelo, tres compañías lo hacen excepcionalmente bien: KISSmetrics, Marketo y Shopify.
KISSmetrics
KISSmetrics, una plataforma analítica de marketing, ha creado un modelo de negocio que aprovecha al máximo la economía de colaboración. Se integran con más de 25 tecnologías diferentes para crear una plataforma completa y valiosa. La razón por la que han sido capaces de catapultarse al éxito es que saben cuándo aprovechar la tecnología existente. Por ejemplo, en lugar de construir su propia plataforma de comercio electrónico, han aprovechado plataformas ya exitosas como Shopify y WooCommerce. Al crear integraciones con estas plataformas de terceros, han creado la herramienta más completa posible, sin tener que construir sus propias plataformas de comercio electrónico.
Marketo
Otro gran ejemplo de aprovechamiento de la economía del reparto se ve en Marketo, una empresa mundial de comercialización digital. En lugar de crear su propio software de gestión de relaciones con los clientes (CRM), han aprovechado otros ya desarrollados. Al crear integraciones nativas con potentes sistemas CRM como SalesForce, SugarCRM y ORACLE, se han posicionado como líderes en el espacio del marketing digital; sin embargo, no tuvieron que desarrollar sus propios programas para lograr este objetivo.
Shopify
Shopify completa la lista de los tres primeros. Ser una de las plataformas más populares para apoyar las transacciones de comercio electrónico no es una tarea fácil. Shopify ha sido capaz de hacerlo gracias, en parte, a la economía compartida. Al tomar la decisión de integrarse con aplicaciones ya exitosas, como Mailchimp para su lista de correo, y Chargify para la venta de suscripciones recurrentes, han aprovechado la economía de compartición y apalancado la tecnología ya disponible a su favor.
La clave del éxito
En la agencia Leovel creen que el éxito deja pistas. La economía del intercambio parece ser el camino del futuro tanto para los mercados B2B como B2C. La voluntad de aceptar este cambio, y la tecnología que ya está en marcha, creará la mejor situación para un negocio, ya que requerirá menos recursos y proporcionará un retorno de la inversión más fácil.