En 2022, los neerlandeses eran más propensos a conducir bajo los efectos del alcohol y, lamentablemente, las consecuencias no se hicieron esperar.
Acabamos de escribir sobre un conductor de un Audi R8 que circulaba a 225 km/h por la A2 con un pellizco. Ahora podemos ilustrar inmediatamente por qué es una mala idea. Porque hay nuevas cifras sobre el número de muertes en carretera causadas por el alcohol y las drogas.
Sobre esto, lamentablemente, no podemos dar buenas noticias: el número de muertes ha aumentado considerablemente. Así lo indican las cifras solicitadas por NOS a la policía. El año pasado se produjeron 61 muertes a manos de conductores ebrios.
Es decir, en 61 víctimas se comprobó que el conductor estaba bajo los efectos del alcohol. Como eso sólo se hace si el conductor sigue vivo, no se incluyen todos los accidentes en los que el conductor falleció. Así que aún hubo (muchos) más de 61 muertos.
No disponemos de más cifras al respecto, pero cabe señalar que el número de víctimas registradas casi se ha duplicado. De hecho, en 2021, sólo hubo 32 muertes. Ahora bien, ese fue un año corona, pero incluso comparado con el pre-corona, hay un gran aumento. En 2018 y 2019, hubo 36 y 42 muertes, respectivamente.
Porque a veces, por supuesto, hay múltiples víctimas mortales, todavía puede hacerse una distinción entre víctimas mortales y accidentes mortales. El año pasado hubo 51 accidentes mortales, lo que hace un total de 61 fallecidos.
De todos modos, estaba claro que la conducción bajo los efectos del alcohol es cada vez más habitual. De hecho, el mes pasado escribimos que en 2022 se habían impuesto 42.795 multas por conducir bajo los efectos del alcohol. Aunque ya no se realizan controles policiales a gran escala. Quizá haya llegado el momento de empezar a hacerlo de nuevo.
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