¿Qué es la acupuntura? Puede que hayas oído hablar de ella por un amigo, o incluso que tú mismo hayas recibido la acupuntura de un practicante. Es una herramienta versátil utilizada no sólo por los profesionales de la Medicina Tradicional China, sino también por fisioterapeutas y médicos para tratar una variedad de síntomas y afecciones.
Es una modalidad poderosa y extremadamente versátil en sus aplicaciones, pero sorprendentemente simple: todo lo que uno realmente necesita son agujas, bolas de algodón y un desinfectante.
Historia de la acupuntura
La acupuntura se desarrolló por primera vez en China hace miles de años, con el primer libro de texto, Huangdi Nei Jing (The Yellow Emperor’s Classic of Internal Medicine) escrito en algún momento entre el 300 y el 200 a.C., que documentaba todo el conocimiento acumulado de la acupuntura hasta ese momento. Los antiguos chinos veían el mundo de manera muy diferente a nuestros puntos de vista occidentales modernos: entendían el universo como hecho de energía («qi»), y eso se refleja en nuestros propios cuerpos humanos. La acupuntura clásica busca el equilibrio en los sistemas energéticos del cuerpo a través de los 14 canales de energía, o meridianos, del cuerpo.
Desde entonces, la acupuntura ha evolucionado, y actualmente una rama en auge de la medicina es el enfoque integrado, en el que se combinan los conocimientos de las perspectivas occidental y oriental. La acupuntura anatómica fue desarrollada por primera vez por el Dr. Joseph Wong en la década de 1970, con puntos elegidos en base a la comprensión occidental de la anatomía; en este enfoque, uno elegiría un punto basado en el nervio o músculo que estimula. El enfoque integrado considera tanto las indicaciones clásicas como las anatómicas, combinando los dos enfoques.
¿Cómo funciona la acupuntura?
Se han realizado numerosos estudios sobre el funcionamiento de la acupuntura y sus mecanismos subyacentes. Los puntos de acupuntura son puntos específicos en la MTC a lo largo de los 14 meridianos del cuerpo, con la mayoría de ellos ubicados en o adyacentes a los nervios periféricos. Estudios histológicos recientes han demostrado una mayor concentración de tejido neural y de componentes activos neurales debajo de los puntos (Zhang et al 2012). En otras palabras, las células que liberan mediadores químicos se encuentran en una mayor concentración dentro de un punto de acupuntura en comparación con los no puntos.
La inserción de una aguja dentro de estos puntos provocará así una mayor respuesta neurológica y química del cuerpo. Varias cosas suceden cuando se inserta una aguja en el cuerpo. En primer lugar, los efectos locales ocurren directamente en el lugar de inserción, inhibiendo la transmisión de las señales de dolor y provocando respuestas inmunes que tienen un impacto en la inflamación. Estas respuestas a menudo producen enrojecimiento alrededor de la aguja de acupuntura.
En segundo lugar, las señales nerviosas se transfieren a la médula espinal y suben hacia el sistema nervioso central, activando zonas del cerebro que inhiben el dolor mediante la liberación de diversos neurotransmisores, endorfinas y monoanimales. Estas respuestas pueden tener efectos generales en el cuerpo que van más allá de la simple inhibición del dolor. También se ha demostrado que los puntos de acupuntura afectan al sistema nervioso simpático y parasimpático, normalizando su función. Estos incluyen puntos que ayudan a inhibir el dolor a un nivel sistemático, reducen las náuseas/mareos, y puntos que ayudan a calmar la mente y ayudan a dormir.
La acupuntura, si se usa correctamente, produce muy pocos efectos secundarios. La acupuntura tiene menos efectos adversos en comparación con los medicamentos prescritos y otros procedimientos médicos para el tratamiento de condiciones similares. Por ejemplo, la acupuntura puede utilizarse para el tratamiento de afecciones como el codo de tenista, la fibromialgia y otros síntomas de dolor. Estas afecciones también pueden tratarse con medicamentos antiinflamatorios o inyecciones de esteroides; ambas modalidades producirán efectos secundarios mucho mayores en comparación con la acupuntura, pero aún así se utilizan ampliamente y se consideran tratamientos aceptables.
Como tal, la acupuntura es una buena terapia complementaria, que se utiliza junto con la fisioterapia con pocos efectos adversos. Como se ha mencionado anteriormente, la acupuntura funciona muy bien, no sólo como analgésico para aliviar diversos síntomas de dolor, sino que también podría utilizarse para normalizar el sistema nervioso autónomo y tratar síntomas como los mareos y los dolores de cabeza, puntualiza el fisioterapeuta Miguel Peña.
Ciertas condiciones pueden justificar la precaución o la contraindicación de la acupuntura. Si está embarazada, tiene diabetes, ha tenido o está esperando un reemplazo de articulaciones, tiene osteoporosis o si está tomando medicamentos anticoagulantes, por favor avise a su terapeuta ya que se necesitarían precauciones adicionales.
Miguel Peña | Fisioterapia y Osteopatía Granada
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